martes, 10 de marzo de 2015

Causas de la Guerra Civil Española (1936 - 1939)
Las causas de la Guerra Civil son las siguientes:
-La cuestionada legitimidad de la II República. El cambio de régimen fue de dudosa legitimidad, porque se produjo en unas elecciones municipales, las del 12 de abril de 1931, sin conocerse los resultados definitivos de las mismas, desechando la totalidad del voto rural (supuestamente secuestrado totalmente por el caciquismo, según los republicanos), y con una amenaza de golpe de Estado contra el monarca Alfonso XIII por parte de los líderes republicanos, con el apoyo de la Guardia Civil, dirigido por el general José Sanjurjo.
-La injusticia social. España se caracterizaba por las grandes diferencias sociales, entre una minoría con poderosos recursos económicos y una mayoría que sufría malas y hasta miserables condiciones de vida en el campo y la ciudad. Obreros y campesinos (incluyendo a la población infantil) trabajaban un gran número de horas, a cambio de sueldos ínfimos. Esta situación de injusticia social no era criticada por una parte importante del clero de la Iglesia Católica. La ausencia de una clase media mayoritaria, acomodada e instruida dificultaba la paz social y la consolidación de la democracia republicana.
-El fracaso de la clase política. Los partidos políticos (de izquierdas y derechas) fracasaron en la tarea de mejorar las condiciones de vida de obreros y campesinos, y de mitigar las graves diferencias sociales. La Reforma Agraria se aplicó de forma lenta, ante la falta de recursos económicos, y encontró la férrea oposición de los terratenientes, con miedo a perder sus grandes posesiones de tierra, base de su poder político, económico y social.
-El proceso revolucionario. Los obreros y campesinos se lanzaron en brazos de la Revolución en 1934 para solucionar su mala situación socio-económica, ante la falta de soluciones de la clase política. Socialistas, comunistas y anarquistas alentaron el proceso revolucionario ante la inacción o la pasividad del Gobierno frentepopulista. La deriva revolucionaria se tradujo en la ocupación ilegal de hectáreas de tierra a sus legítimos dueños en el campo, sin indemnización. Estas expropiaciones fueron legalizadas por el Gobierno durante la primavera de 1936, para evitar enfrentarse al campesinado. El líder socialista Largo Caballero reconocía: "La clase obrera marcha hacia la dictadura del proletariado", afirmó en un mitin en la Plaza de Toros de Madrid el 5 de abril de 1936.
  Julián Besteiro, representante del ala democrática del PSOE, realizó una dura autocrítica contra la política desarrollada por el Frente Popular. "La verdad real: estamos derrotados por nuestras propias culpas, por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique, que es la aberración política más grande que han conocido quizás los siglos. La política internacional rusa, en manos de Stalin y tal vez como reacción contra un estado de fracaso interior, se ha convertido en un crimen monstruoso, que supera en mucho las más macabras concepciones de Dostoievski y de Tolstoi. La reacción contra ese error de la República de dejarse arrastrar a la línea bolchevique la representan genuinamente, sean los que quieran sus defectos, los nacionalistas, que se han batido en la gran cruzada anticomintern".
-El anticlericalismo. Los republicanos desarrollaron una política represiva contra el clero católico, mediante la disolución de órdenes religiosas, la incautación de bienes eclesiásticos, la prohibición de ejercer la enseñanza y el desarrollo del laicismo pleno de la sociedad. Además, la Iglesia sufrió ataques violentos contra sus templos y clérigos por parte de las masas revolucionarias (liberadas de cualquier acción policial o judicial en su contra). Los autores de los atentados justificaban sus ataques contra la Iglesia por la supuesta connivencia de parte del clero con los terratenientes y caciques, que perpetuaban la injusticia social en España.
-El nacionalismo. La aprobación de los Estatutos de Autonomía de Cataluña y Vascongadas encontró la oposición firme de la derecha española, por el miedo al movimiento independentista, principal amenaza para la unidad de España. La Generalidad (Generalitat) de Cataluña llegó a proclamar el nacimiento del Estado Catalán (Estat Catalá), dentro de la República Federal Española, durante el intento de golpe de Estado de la Revolución de Octubre de 1934. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) reclamaba la concesión de un Estatuto de Autonomía (al igual que Cataluña) y reivindicaba las diferencias étnicas y culturales con el resto de España.
-La radicalización de la vida política. La polémica instauración de la República; los problemas agrario, religioso y militar, y los golpes de Estado de 1932 y 1934 radicalizaron la vida política y del Parlamento. Además, el Frente Popular acabó con la independencia judicial mediante la creación de un Tribunal de Responsabilidades Políticas (10 de junio de 1936) para depurar a los jueces, magistrados y fiscales, que dictaran sentencias en contra de la línea ideológica del Frente Popular. Un síntoma del clima de guerra civil era que muchos diputados acudían con pistola a las Cortes.
  -La radicalización de la sociedad. La convivencia resultaba cada vez más difícil en España, debido a la radicalización de la sociedad hacia posturas extremistas, ante la falta de soluciones de la clase política. El paro era uno de los principales problemas de la Nación. En la provincia de Murcia había 42.000 obreros en paro forzoso. La calle se convirtió en el lugar preferido para los ajustes de cuentas (asesinatos) entre izquierdistas y derechistas, en aplicación del "ojo por ojo y diente por diente". La violencia callejera iba acompañada de numerosas huelgas obreras. Entre el 16 de junio y el 13 de julio de 1936 se sucedieron en España 15 huelgas generales y 129 parciales.
-El analfabetismo. La falta de cultura democrática en una sociedad con un alto porcentaje de analfabetismo suponía un obstáculo importante para la consolidación de la II República. El analfabetismo constituía un caldo de cultivo para el triunfo en la sociedad de ideologías extremistas de izquierdas (comunismo) y derechas (fascismo), ante la falta de soluciones a los graves problemas de España. Este problema afectaba al 50 por ciento de la población de la provincia de Murcia.
-Los golpes de Estado. El general José Sanjurjo amenazó en 1932 la estabilidad de la naciente II República con un golpe de Estado, frustrado por las fuerzas de seguridad, ante la falta de apoyo popular. En 1934, los líderes marxistas crearon un clima guerracivilista en España mediante el estallido de la Revolución de Octubre, golpe de Estado contra el Gobierno de derechas. En 1936, el éxito y, a la misma vez, el fracaso parcial del golpe de Estado del general Francisco Franco, apoyado por parte del ejército y la sociedad, contra el Gobierno del Frente Popular de izquierdas desencadenaron definitivamente la guerra civil entre republicanos y nacionales.

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